Creemos que lo que entendemos, vemos y percibimos es la única realidad, y esto definitivamente nos limita.
En una cultura que sólo nos entregó la mente, con poderes absolutos para dar por cierto todo cuanto ella determina, se nos hace difícil la reflexión, la integración, la reconciliación.
Cuando entendemos que lo que percibo es la única realidad, nos sumergimos en un mundo de acusaciones de juicios, de victimismo, intolerancia, siempre esperando que los demás cambien se vayan y terminamos confundiendo la fuerza con el poder.
La permanente recurrencia al pasado, donde se encuentran nuestras creencias más inconscientes, sabotea cualquier posibilidad de vivir en plenitud, de este modo sólo vivenciamos alegría cuando estamos embriagados, fuera de nosotros en cualquier exceso social.
Ya hay que parar el naufragar de un sobrevivir, tratando de ser buenos, aceptados, reconocidos, y empezar a vivir realmente desde el corazón, desde la esencia.
El Alma se nos seca, y nos vamos llenando de adicciones, luchas, acumulación; hay que ir desechando los ruidos y empezar a observar la sencillez de una mirada limpia, un silencio arrullador y una palabra a tiempo.
"Los sentidos corpóreos mentales no perciben la vida, así como tampoco perciben el movimiento de la tierra"
"Los
En una cultura que sólo nos entregó la mente, con poderes absolutos para dar por cierto todo cuanto ella determina, se nos hace difícil la reflexión, la integración, la reconciliación.
Cuando entendemos que lo que percibo es la única realidad, nos sumergimos en un mundo de acusaciones de juicios, de victimismo, intolerancia, siempre esperando que los demás cambien se vayan y terminamos confundiendo la fuerza con el poder.
La permanente recurrencia al pasado, donde se encuentran nuestras creencias más inconscientes, sabotea cualquier posibilidad de vivir en plenitud, de este modo sólo vivenciamos alegría cuando estamos embriagados, fuera de nosotros en cualquier exceso social.
Ya hay que parar el naufragar de un sobrevivir, tratando de ser buenos, aceptados, reconocidos, y empezar a vivir realmente desde el corazón, desde la esencia.
El Alma se nos seca, y nos vamos llenando de adicciones, luchas, acumulación; hay que ir desechando los ruidos y empezar a observar la sencillez de una mirada limpia, un silencio arrullador y una palabra a tiempo.
"Los sentidos corpóreos mentales no perciben la vida, así como tampoco perciben el movimiento de la tierra"
"Los
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