Cuando se busca la verdadera felicidad y una alegría estable se requiere dejar de obsesionarse por tener el control de todos los aspectos de la vida propia y de los demás, sin necesidad de asumir una actitud de indiferencia o indolencia, sino, de plena aceptación de las cosas tal y como son, sin resistirse, lo que quiere decir que no desearemos amoldar los hechos a nuestras exigencias y deseos.
La felicidad es un estado de plenitud , perdurable frente a las vicisitudes de la vida, sin clasificarlas en buenas y malas .
Generalmente pensamos que la felicidad consiste en el logro de riqueza, fama, placer, reconocimiento, hijos etc, sin embargo, para lograr esa felicidad que tanto anhelamos debemos dejar de lado el control de todos los aspectos que conforman el mundo, y mantener la atención en el presente, sin apegos o aversión, dejar de identificarnos con los acontecimientos externos y poseer una actitud de apertura y claridad, que nos permita observar lo que sucede fuera y dentro de nosotros, para de esa manera, incrementar la destreza de reaccionar asertivamente frente a cualquier circunstancia que se nos presente.
Es poco realista esperar que desde el exterior surja una fuente de satisfacción perdurable y profunda de felicidad. En muchas ocasiones esperamos que otra ´persona , la pareja por ejemplo cumpla ese cometido de hacernos sentir felices y damos lo mejor de nosotros,esperando reciprocidad, para finalmente darnos cuenta que hemos estado buscando en el lugar equivocado.
"El enemigo más serio que tenemos para la felicidad es uno mismo"
"Sólo con pensamientos tranquilos se pueden ver las cosas como son en realidad"
La felicidad es un estado de plenitud , perdurable frente a las vicisitudes de la vida, sin clasificarlas en buenas y malas .
Generalmente pensamos que la felicidad consiste en el logro de riqueza, fama, placer, reconocimiento, hijos etc, sin embargo, para lograr esa felicidad que tanto anhelamos debemos dejar de lado el control de todos los aspectos que conforman el mundo, y mantener la atención en el presente, sin apegos o aversión, dejar de identificarnos con los acontecimientos externos y poseer una actitud de apertura y claridad, que nos permita observar lo que sucede fuera y dentro de nosotros, para de esa manera, incrementar la destreza de reaccionar asertivamente frente a cualquier circunstancia que se nos presente.
Es poco realista esperar que desde el exterior surja una fuente de satisfacción perdurable y profunda de felicidad. En muchas ocasiones esperamos que otra ´persona , la pareja por ejemplo cumpla ese cometido de hacernos sentir felices y damos lo mejor de nosotros,esperando reciprocidad, para finalmente darnos cuenta que hemos estado buscando en el lugar equivocado.
"El enemigo más serio que tenemos para la felicidad es uno mismo"
"Sólo con pensamientos tranquilos se pueden ver las cosas como son en realidad"
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