Cada persona que conoces en la vida es como una hoja que enriquece tu árbol muchas, se sueltan con el viento y otras no se desprenden jamás, porque tu alma las reconoce como parte de tí.
Nos educan para vivir hacia afuera, sin embargo, la vida nos ofrece la oportunidad para sentir lo que realmente suma a nuestra existencia, en cuanto a amor, paz, plenitud, gozo, pero nosotros en nuestra tendencia al hacer, al mirar desde la inconsciencia, desde nuestra mente dual, nuestra necesidad de tener razón, nos apartamos cada vez más de nuestra esencia.
Todos nuestros sistemas de creencias, no son más que" no verdades" que nos incitan a una vida de deberes, de permanecer ocupados, perdiendo así contacto con nuestro "Ser" lo que conlleva a creer que la realidad radica en los convencionalismos, seguridades, empoderamientos, que en definitiva no son más que miedos disfrazados, miedo a sentir, a ser nosotros, sin caretas, miedo a reclamar aquello que somos , seres libres, felices y plenos.
Tememos tanto a la libertad del "Ser" que permanecemos atados a lo que la sociedad, con sus paradigmas y creencias bien estructurados nos han impuesto y se han solidificado de tal manera, que no somos capaces de codificar el mayor bien que merecemos.
Nuestra alma reducida ya a una semilla, ahogada por nuestro ego, aún intenta expresarse para liberarnos de nosotros mismos y abrir el camino del cielo en la tierra.
"Si no haces contacto contigo dentro, todo lo de afuera pierde sentido"
"Los deseos del ego generan vacíos, los deseos del alma generan plenitud"
"La opción más elevada es la que te produce mayor bien"
Nos educan para vivir hacia afuera, sin embargo, la vida nos ofrece la oportunidad para sentir lo que realmente suma a nuestra existencia, en cuanto a amor, paz, plenitud, gozo, pero nosotros en nuestra tendencia al hacer, al mirar desde la inconsciencia, desde nuestra mente dual, nuestra necesidad de tener razón, nos apartamos cada vez más de nuestra esencia.
Todos nuestros sistemas de creencias, no son más que" no verdades" que nos incitan a una vida de deberes, de permanecer ocupados, perdiendo así contacto con nuestro "Ser" lo que conlleva a creer que la realidad radica en los convencionalismos, seguridades, empoderamientos, que en definitiva no son más que miedos disfrazados, miedo a sentir, a ser nosotros, sin caretas, miedo a reclamar aquello que somos , seres libres, felices y plenos.
Tememos tanto a la libertad del "Ser" que permanecemos atados a lo que la sociedad, con sus paradigmas y creencias bien estructurados nos han impuesto y se han solidificado de tal manera, que no somos capaces de codificar el mayor bien que merecemos.
Nuestra alma reducida ya a una semilla, ahogada por nuestro ego, aún intenta expresarse para liberarnos de nosotros mismos y abrir el camino del cielo en la tierra.
"Si no haces contacto contigo dentro, todo lo de afuera pierde sentido"
"Los deseos del ego generan vacíos, los deseos del alma generan plenitud"
"La opción más elevada es la que te produce mayor bien"
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