Muchas veces en la vida tenemos relaciones poco definidas, donde a cuenta de sentirnos libres, de no parecer intensos, jugamos a ser modernos, a no comprometernos, a no preguntar nada , simplemente a vivir el momento y disfrutarlo.
Todo esto es una total farsa, el mundo afectivo merece respeto, por tanto es importante establecer acuerdos, vínculos y cumplirlos.
Nada lastima más el alma de un ser humano que el auto engaño emocional, pensando que somos libres, que no nos comprometemos , que no necesitamos, que no nos apegamos , simplemente disfrutamos y ya, eso no existe , ya que somos mucho más que un cuerpo y una mente.
Las relaciones son de necesidad, de apego , lo cual no significa que no podemos vivir sin la otra persona , simplemente que lo humano nos lleva a esas condiciones, a tener el tiempo ,la dedicación, la confianza a establecer un vínculo de respeto.
El alma sabe perfectamente que quiere, y cuando estamos en el camino errado ella nos lo hace saber, a través del malestar que sentimos.
Cuando nos negamos al compromiso., por miedo al apego, por miedo a la necesidad, por orgullo, u otras razones, generamos dentro de nosotros una gran desolación.
Nuestra vida habla de nosotros, por lo tanto debemos estar atentos a nuestros sentires y tomar acciones al respecto, para que nuestras heridas sanen.
Todo esto es una total farsa, el mundo afectivo merece respeto, por tanto es importante establecer acuerdos, vínculos y cumplirlos.
Nada lastima más el alma de un ser humano que el auto engaño emocional, pensando que somos libres, que no nos comprometemos , que no necesitamos, que no nos apegamos , simplemente disfrutamos y ya, eso no existe , ya que somos mucho más que un cuerpo y una mente.
Las relaciones son de necesidad, de apego , lo cual no significa que no podemos vivir sin la otra persona , simplemente que lo humano nos lleva a esas condiciones, a tener el tiempo ,la dedicación, la confianza a establecer un vínculo de respeto.
El alma sabe perfectamente que quiere, y cuando estamos en el camino errado ella nos lo hace saber, a través del malestar que sentimos.
Cuando nos negamos al compromiso., por miedo al apego, por miedo a la necesidad, por orgullo, u otras razones, generamos dentro de nosotros una gran desolación.
Nuestra vida habla de nosotros, por lo tanto debemos estar atentos a nuestros sentires y tomar acciones al respecto, para que nuestras heridas sanen.
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