La vida nunca es injusta, cuando nos sentimos mal, es porque algo hemos hecho que no está acorde con nuestro verdadero YO.
A veces actuamos de una manera determinada e inmediatamente sentimos tristeza o alegría, surge el caos en nuestro interior o la plenitud.
El infierno y el cielo no están en algún momento futuro, cada acto trae su propio cielo o infierno.
Cuando estamos en perfecto equilibrio estamos en el cielo al perderlo pasamos al infierno, nadie está creando esto para nosotros más que nosotros mismos, de acuerdo a la forma como usamos nuestros pensamientos y generamos nuestros sentimientos.
Lo importante no es lo que aparentamos creer con nuestros labios ,sino lo que sentimos en el fondo de nuestro corazón, lo que sucede es que está tan en el fondo que nos hemos olvidado como rescatarlo, como encontrarlo y sólo lo podemos hacer al ir sacando cosas superfluas de nuestras vidas , al ir deslastrándonos de todo lo que no es esencial.
Cuando los seres humanos contactamos al fin lo que somos en realidad, entonces ya no habrá lugar para la tristeza o la desilusión, hay que desprenderse de todos los harapos con los que sin darnos cuenta vamos cubiertos y de pronto surgirá la aceptación de lo que somos, sin críticas, ni juicios, simplemente aceptando; escuchándonos poco a poco llegaremos a la comprensión y así desaparecerán todas las preguntas y por ende aparecerán todas las respuestas que al final es sólo una el auto-conocimiento.
No permitamos que el pensamiento de las masas nos inunde, dentro de nuestro corazón está el cielo que tanto buscamos.
"El cielo y el infierno son las reflexiones de tu pensamiento habitual"
"El camino es ser ordinario y entonces te vuelves extraordinario"
A veces actuamos de una manera determinada e inmediatamente sentimos tristeza o alegría, surge el caos en nuestro interior o la plenitud.
El infierno y el cielo no están en algún momento futuro, cada acto trae su propio cielo o infierno.
Cuando estamos en perfecto equilibrio estamos en el cielo al perderlo pasamos al infierno, nadie está creando esto para nosotros más que nosotros mismos, de acuerdo a la forma como usamos nuestros pensamientos y generamos nuestros sentimientos.
Lo importante no es lo que aparentamos creer con nuestros labios ,sino lo que sentimos en el fondo de nuestro corazón, lo que sucede es que está tan en el fondo que nos hemos olvidado como rescatarlo, como encontrarlo y sólo lo podemos hacer al ir sacando cosas superfluas de nuestras vidas , al ir deslastrándonos de todo lo que no es esencial.
Cuando los seres humanos contactamos al fin lo que somos en realidad, entonces ya no habrá lugar para la tristeza o la desilusión, hay que desprenderse de todos los harapos con los que sin darnos cuenta vamos cubiertos y de pronto surgirá la aceptación de lo que somos, sin críticas, ni juicios, simplemente aceptando; escuchándonos poco a poco llegaremos a la comprensión y así desaparecerán todas las preguntas y por ende aparecerán todas las respuestas que al final es sólo una el auto-conocimiento.
No permitamos que el pensamiento de las masas nos inunde, dentro de nuestro corazón está el cielo que tanto buscamos.
"El cielo y el infierno son las reflexiones de tu pensamiento habitual"
"El camino es ser ordinario y entonces te vuelves extraordinario"
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