Al concluir un año generalmente hacemos un balance de nuestras vidas de todo lo que hemos logrado o dejado de lograr en cuanto a las cosas que nos hemos propuesto y así van pasando los años y la vida de balance en balance, siguiendo costumbres y tradiciones. Muchas veces hacemos las cosas sólo por seguir hábitos, sin saber realmente si queremos hacerlo ; en el tránsito de cada uno de nosotros por este plano, que en definitiva no sabemos si es el único , solemos vivir imitando a las personas , siguiendo costumbres, para encajar en la sociedad, para ser aceptados por los demás.
Que interesante sería estar siempre en una actitud de atención con nosotros mismos para no perdernos ni por un momento que estamos sintiendo , pensando, y así poder determinar el para qué de nuestras acciones y desde allí tener el coraje y la valentía de hacer sólo aquello que realmente nazca de nuestro corazón.
Claro está que en la vida hay que cumplir con compromisos adquiridos que quizá no nos gusten mucho, sin embargo de lo que se trata es de determinar el para qué de las acciones que llevamos a cabo, para llegar así a un auto conocimiento que nos llevará directamente a lo que todos anhelamos que no es otra cosa que la paz y la plenitud.
Lejos de hacer balances de logros sería muy interesante vivir cada día con la certeza de que vamos construyendo nuestro yo interno de manera tal que la vida en todas sus facetas y circunstancias la vivamos de manera total e íntegra, conectándonos con cada acción que llevemos a cabo, ya que la misma está determinada por nuestro sentir.
Lo único que nos puede indicar si estamos logrando nuestros objetivos es el cómo nos sentimos , y en base a esto podremos hacer los ajustes necesarios. es esa la única fórmula de llevar a cabo estos balances tan usados por nosotros, que además lo tenemos a la mano a cada instante de nuestras vidas.
Usando nuestras emociones de las cuales surgen nuestros sentires podemos cada día lograr estar a tono con la vida y esto sólo depende de nosotros, de ajustarnos y conectarnos con cada espacio de nosotros mismos.
"En donde ponemos nuestra atención en eso nos convertimos"
"Ninguna cosa externa tiene poder absoluto sobre nuestras experiencias, excepto el que nosotros le damos"
Que interesante sería estar siempre en una actitud de atención con nosotros mismos para no perdernos ni por un momento que estamos sintiendo , pensando, y así poder determinar el para qué de nuestras acciones y desde allí tener el coraje y la valentía de hacer sólo aquello que realmente nazca de nuestro corazón.
Claro está que en la vida hay que cumplir con compromisos adquiridos que quizá no nos gusten mucho, sin embargo de lo que se trata es de determinar el para qué de las acciones que llevamos a cabo, para llegar así a un auto conocimiento que nos llevará directamente a lo que todos anhelamos que no es otra cosa que la paz y la plenitud.
Lejos de hacer balances de logros sería muy interesante vivir cada día con la certeza de que vamos construyendo nuestro yo interno de manera tal que la vida en todas sus facetas y circunstancias la vivamos de manera total e íntegra, conectándonos con cada acción que llevemos a cabo, ya que la misma está determinada por nuestro sentir.
Lo único que nos puede indicar si estamos logrando nuestros objetivos es el cómo nos sentimos , y en base a esto podremos hacer los ajustes necesarios. es esa la única fórmula de llevar a cabo estos balances tan usados por nosotros, que además lo tenemos a la mano a cada instante de nuestras vidas.
Usando nuestras emociones de las cuales surgen nuestros sentires podemos cada día lograr estar a tono con la vida y esto sólo depende de nosotros, de ajustarnos y conectarnos con cada espacio de nosotros mismos.
"En donde ponemos nuestra atención en eso nos convertimos"
"Ninguna cosa externa tiene poder absoluto sobre nuestras experiencias, excepto el que nosotros le damos"
Comentarios
Publicar un comentario