Las enseñanzas de la vida nos dirigen hacia un mayor grado de conciencia, al hacer caso omiso a aprender las lecciones espirituales,la energía que estas contienen puede transformarse en desajustes, debido a un agotamiento del propio poder interior, hay una conexión universal entre espíritu y cuerpo o lo que es lo mismo enfermedad y curación.
Lo que agota al espíritu agota al cuerpo; lo que alimenta al espíritu alimenta al cuerpo.
La energía que da vida al cuerpo ,la mente, y el corazón, tiene sus raices en la divinidad.
Todos nosotros los seres humanos, en el transcurso de nuestras vidas , nos enfrentamos a dificultades que nos llevan a buscar un sentido más profundo a nuestra existencia, es así, como comenzamos a ver hacia arriba cuando sentimos que nos falta el suelo bajo los pies, de esta manera despertamos y comenzamos a limpiar nuestro espíritu.
El veneno más potente para el espíritu humano es la incapacidad de perdonarnos a nosotros mismos y a los demás, y el mayor desafío es perfeccionar nuestra capacidad de amar.
Debemos mirar con los ojos del corazón para que nos sean revelados los secretos de la vida. La sabiduría del cuerpo puede ser el comienzo para accesar a las dimensiones ocultas de la vida, no sólo piensa el cerebro, sino cada una de las células que nos conforman,estas piensan aunque no con lenguaje verbal como el cerebro.
Es así como cada espacio de nuestro cuerpo , la inteligencia espiritual que llevamos dentro, conoce perfectamente cual es el camino a seguir, sabe con exactitud que es lo que realmente nos da paz, centro, tranquilidad , armonía, sabe muy bien cual es la diferencia entre palcer y dicha, sólo hay que permitir que se manifieste , escucharnos en lo más profundo de nuestro ser, en esos momentos de soledad , paz, tranquilidad, donde únicamente escuchamos el silencio nos reconoceremos , sabremos quienes somos, que estamos aquí para gozar de salud plena de dicha plena.
Sería beneficioso seguir el ejemplo del comportamiento de nuestras células , las cuales trabajan desde la colaboración, compromiso, aceptación, eficiencia, etc sin embargo nosotros lo hacemos desde el egoísmo , competencia, consumo excesivo, agresividad, actividad obsesiva, etc, no nos comportamos como ellas , por lo tanto ignoramos la sabiduría de nuestro cuerpo y con esto ignoramos a su vez a la vida en un nivel superior de espiritualidad.
Dejemos que la sabiduría del cuerpo nos señale el camino.
Lo que agota al espíritu agota al cuerpo; lo que alimenta al espíritu alimenta al cuerpo.
La energía que da vida al cuerpo ,la mente, y el corazón, tiene sus raices en la divinidad.
Todos nosotros los seres humanos, en el transcurso de nuestras vidas , nos enfrentamos a dificultades que nos llevan a buscar un sentido más profundo a nuestra existencia, es así, como comenzamos a ver hacia arriba cuando sentimos que nos falta el suelo bajo los pies, de esta manera despertamos y comenzamos a limpiar nuestro espíritu.
El veneno más potente para el espíritu humano es la incapacidad de perdonarnos a nosotros mismos y a los demás, y el mayor desafío es perfeccionar nuestra capacidad de amar.
Debemos mirar con los ojos del corazón para que nos sean revelados los secretos de la vida. La sabiduría del cuerpo puede ser el comienzo para accesar a las dimensiones ocultas de la vida, no sólo piensa el cerebro, sino cada una de las células que nos conforman,estas piensan aunque no con lenguaje verbal como el cerebro.
Es así como cada espacio de nuestro cuerpo , la inteligencia espiritual que llevamos dentro, conoce perfectamente cual es el camino a seguir, sabe con exactitud que es lo que realmente nos da paz, centro, tranquilidad , armonía, sabe muy bien cual es la diferencia entre palcer y dicha, sólo hay que permitir que se manifieste , escucharnos en lo más profundo de nuestro ser, en esos momentos de soledad , paz, tranquilidad, donde únicamente escuchamos el silencio nos reconoceremos , sabremos quienes somos, que estamos aquí para gozar de salud plena de dicha plena.
Sería beneficioso seguir el ejemplo del comportamiento de nuestras células , las cuales trabajan desde la colaboración, compromiso, aceptación, eficiencia, etc sin embargo nosotros lo hacemos desde el egoísmo , competencia, consumo excesivo, agresividad, actividad obsesiva, etc, no nos comportamos como ellas , por lo tanto ignoramos la sabiduría de nuestro cuerpo y con esto ignoramos a su vez a la vida en un nivel superior de espiritualidad.
Dejemos que la sabiduría del cuerpo nos señale el camino.
"Aquello que sirve al espíritu enaltece al cuerpo"
"Aquello que mengua el espíritu mengua al cuerpo"
"Nada le sienta mejor al cuerpo que el crecimiento y desarrollo espiritual"
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