Cuando despertamos a la vida, nos damos cuenta que somos el número uno, no en contexto de competencia o comparación, sino el número uno con el todo , con el universo , con Dios.
Cuando valoramos nuestra vida, logramos vernos como en realidad somos, desplegamos un inmenso amor hacia nosotros, un gran respeto a nuestra vida , todo lo cual nos invita a vivir desde el amor, la paz, la armonía y la plenitud, todo a lo que tenemos derecho y no nos habíamos dado cuenta, pensábamos que teníamos que ganarnos las cosas con esfuerzo y sacrificio, nos conformábamos con las migajas, con medias tintas a todo nivel.
. La inteligencia divina , que maneja todos los procesos de la vida es perfecta y si miramos con claridad nos damos cuenta que todo el universo es equilibrio y cuando nosotros por nuestra ceguera rompemos ese equilibrio, esa perfección ; nos toca vivir las consecuencias, ya que el universo busca ajustarse a esa inteligencia divina.
Cuando hemos despertado al Amor el universo en su perfecta armonía nos brinda la oportunidad de vivir esa sensación de unidad y amor perfecto a través un compañero el cual va a expresar con sus acciones el mismo grado de conciencia que tenemos, es decir, vamos a ser el número uno para esa persona en todos los contextos.
Es el universo un espejo de todo cuanto cada uno de nosotros somos y sentimos en nuestro interior,en cuanto nos respetamos, nos damos cuenta que somos merecedores de absolutamente todo y no permitimos recibir menos de lo que somos capaces de dar , de inmediato se manifiesta la perfección y la inteligencia divina se pone en marcha para brindarnos amor sin límites.
"Permito al Universo manifestarse, sin la intervención de mi mente ego"
"Me abro a soltar todas las ideas que tengo sobre el otro y así se manifiesta lo real"
Comentarios
Publicar un comentario