Que es la vida sino la plenitud, la felicidad, la certeza que a cada paso algo bueno nos espera, que al fluir con la vida somos uno con ella, que el mejor estado es la paz, la mejor compañía nosotros mismos y la mejor alabanza la que nosotros nos proporcionamos, nos decimos.
Lo que está fuera de nosotros no tiene poder alguno, sólo el que queramos darle, todo lo hermoso, poderoso, grandioso nos lo damos nosotros mismos.
Aprendamos a escucharnos, hablarnos, decirnos las mejores cosas, a darnos caricias positivas, sólo lo que viene de nosotros es lo que perdura, lo que tiene impacto , lo que nos ayuda a cambiar y por último lo que nos produce un estado de plenitud y paz.
Lo que de afuera procede sólo se derrite, esfuma, y pasa ya que no está impregnado de nuestra esencia.
Lo que realmente importa y determina nuestras vidas son las conversaciones que sostenemos con nosotros mismos, las historias que nos contamos, en función de esto aprendamos a ser amables con nosotros, a amarnos y aceptarnos, pues esa es la única realidad y sólo nosotros decidimos que tipo de relación llevar con nosotros y al saber que la paz, la armonía, el centro, el equilibrio y la plenitud está en nuestras manos, entonces hagámoslo, hablémonos con amor, escuchémonos atentamente, estemos en una actitud de agradecimiento constante porque simplemente somos vida.
Nadie da lo que no tiene , por ende comencemos por nosotros mismos.
Lo que está fuera de nosotros no tiene poder alguno, sólo el que queramos darle, todo lo hermoso, poderoso, grandioso nos lo damos nosotros mismos.
Aprendamos a escucharnos, hablarnos, decirnos las mejores cosas, a darnos caricias positivas, sólo lo que viene de nosotros es lo que perdura, lo que tiene impacto , lo que nos ayuda a cambiar y por último lo que nos produce un estado de plenitud y paz.
Lo que de afuera procede sólo se derrite, esfuma, y pasa ya que no está impregnado de nuestra esencia.
Lo que realmente importa y determina nuestras vidas son las conversaciones que sostenemos con nosotros mismos, las historias que nos contamos, en función de esto aprendamos a ser amables con nosotros, a amarnos y aceptarnos, pues esa es la única realidad y sólo nosotros decidimos que tipo de relación llevar con nosotros y al saber que la paz, la armonía, el centro, el equilibrio y la plenitud está en nuestras manos, entonces hagámoslo, hablémonos con amor, escuchémonos atentamente, estemos en una actitud de agradecimiento constante porque simplemente somos vida.
Nadie da lo que no tiene , por ende comencemos por nosotros mismos.
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