Hemos venido a este mundo , en una manifestación física y aunque nuestra alma ama de manera incondicional, al estar encarnada en un cuerpo físico, necesita reciprocidad. La justicia en este plano es dar y recibir, es decir amar y ser amado , ser correspondido de la misma forma que entregamos, obviamente , no se trata de un mercadeo, solamente de un equilibrio, que es justamente lo que mantiene al universo en su perfección. Estamos aquí para gozar de la vida, para sentirnos plenos,armoniosos y sólo podemos cumplir ese propósito en la medida en que nos conectamos con nuestro Ser, con lo auténtico , con nuestra esencia divina, hemos nacido para amar , no para repetir conductas carentes de amor. El amor es la conexión consciente con nuestra esencia real, en el no hay vacíos, ni esfuerzos; lo que nos atrae no es la belleza externa, sino algo más absoluto que se halla en nuestro interior. ...
Cuando despertamos a la vida, nos damos cuenta que somos el número uno, no en contexto de competencia o comparación, sino el número uno con el todo , con el universo , con Dios. Cuando valoramos nuestra vida, logramos vernos como en realidad somos, desplegamos un inmenso amor hacia nosotros, un gran respeto a nuestra vida , todo lo cual nos invita a vivir desde el amor, la paz, la armonía y la plenitud, todo a lo que tenemos derecho y no nos habíamos dado cuenta, pensábamos que teníamos que ganarnos las cosas con esfuerzo y sacrificio, nos conformábamos con las migajas, con medias tintas a todo nivel. . La inteligencia divina , que maneja todos los procesos de la vida es perfecta y si miramos con claridad nos damos cuenta que todo el universo es equilibrio y cuando nosotros por nuestra ceguera rompemos ese equilibrio, esa perfección ; nos toca vivir las consecuencias, ya que el universo busca ajustarse a esa ...