A menudo se confunde la felicidad con estados de alegría,y euforia, asociados a la consecución de deseos del ego, esto sólo son picos emocionales, la felicidad es un estado de serenidad, paz y armonía sostenida, pero a pesar que decimos que queremos ser felices, en realidad lo que buscamos es que las circunstancias se ajusten a nuestros deseos, sin considerar que el universo nos da todo lo que necesitamos para nuestra evolución, además de que atraemos en resonancia con nuestra frecuencia vibratoria, para poder vernos y conocernos a través de distintos puntos de vista.
Hay que activar la mirada del observador imparcial, el que sabe que no es el centro del universo, el que está consciente que no hay enemigos afuera, el que descarga de importancia los sucesos.
Hay que saber tomar distancia, para no hacer nuestro lo que no nos pertenece, dejando de juzgar, para poder activar la armonía interna que redunda en una clara visión de la realidad.
Estamos en un momento especial, lleno de oportunidades, de mirar de frente y liberarnos de paradigmas y creencias limitantes para darnos el permiso de ser aquello que hemos venido a ser.
Es horas de soltar el control y renunciar a los deseos del ego para entregarnos por completo a la vida y la felicidad.
La felicidad , la plenitud y el Amor verdadero e incondicional sólo pueden formar parte de nuestras vidas cuando soltamos todo lo superfluo y contactamos con nuestro Ser interno, así tendremos esa paz que inunda nuestras almas y que compartimos con un ser en nuestras misma sintonía.
Hay que activar la mirada del observador imparcial, el que sabe que no es el centro del universo, el que está consciente que no hay enemigos afuera, el que descarga de importancia los sucesos.
Hay que saber tomar distancia, para no hacer nuestro lo que no nos pertenece, dejando de juzgar, para poder activar la armonía interna que redunda en una clara visión de la realidad.
Estamos en un momento especial, lleno de oportunidades, de mirar de frente y liberarnos de paradigmas y creencias limitantes para darnos el permiso de ser aquello que hemos venido a ser.
Es horas de soltar el control y renunciar a los deseos del ego para entregarnos por completo a la vida y la felicidad.
La felicidad , la plenitud y el Amor verdadero e incondicional sólo pueden formar parte de nuestras vidas cuando soltamos todo lo superfluo y contactamos con nuestro Ser interno, así tendremos esa paz que inunda nuestras almas y que compartimos con un ser en nuestras misma sintonía.
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