Nosotros buscamos siempre que la vida tenga sentido, pero a la vez nos damos cuenta que todo es relativo y que sólo el cambio es constante, al parecer sólo somos felices mientras tengamos un futuro a la vista, y cuando este llega es dificil disfrutarlo plenamente sin la promesa de que habrá más.
En la búsqueda del bienestar aparece la creencia en cosas más allá de la mente, ya que aunque la lógica, el conocimento y la razón estén satisfechos, el corazón está hambriento.
En las profundidades de las mentes sabemos que las alegrias son inciertas y breves lo que crea ansiedad haciendo que vayamos de un placer a otro sin encontrar reposo, ni satisfacción y a la vez la frustración de tener siempre que perseguir un bien en el futuro por lo que nuestra era es de frustración, ansiedad, agitación, adicción.
Anhelamos la distracción en panoramas de visiones, sonidos, emociones etc, para lo cual soportamos diversas formas de vivir que nos procuran los medios para acceder a determinados placeres.
La solución a esto es la fé, si no podemos demostrar que existe algo más allá de la mente, debemos abstenernos de creer y tomar la vida tal como es, es necesario una corrección mental hacer una clara distinción entre fe y creencia.
La creencia es la insistencia de que lo que uno quiere sea asi, es decir abriremos la mente y aceptaremos todo aquello que engrane con nuestros paradigmas y deseos preconcebidos, mientras que la fe es el abandono, es la apertura sin reservas, por la ley del esfuerzo invertido descubrimos lo infinito , lo absoluto mediante la completa aceptación , el convencimiento de que nada sabemos, el dejar de la lado la creencia en lo conocido, imaginado o preconcebido y abrir los ojos lo suficente y de este modo conoceremos la verdad.
Cuando se busca la verdadera felicidad y una alegría estable se requiere dejar de obsesionarse por tener el control de todos los aspectos de la vida propia y de los demás, sin necesidad de asumir una actitud de indiferencia o indolencia, sino, de plena aceptación de las cosas tal y como son, sin resistirse, lo que quiere decir que no desearemos amoldar los hechos a nuestras exigencias y deseos. La felicidad es un estado de plenitud , perdurable frente a las vicisitudes de la vida, sin clasificarlas en buenas y malas . Generalmente pensamos que la felicidad consiste en el logro de riqueza, fama, placer, reconocimiento, hijos etc, sin embargo, para lograr esa felicidad que tanto anhelamos debemos dejar de lado el control de todos los aspectos que conforman el mundo, y mantener la atención en el presente, sin apegos o aversión, dejar de identificarnos con los acontecimientos externos y poseer una actitud d...
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