Debemos aprender a sentir lo que sentimos, para encontrar la paz tenemos que vivir las emociones y no evitarla. Es duro estar triste y no querer sentirlo, rechazarlo, duele mucho más esconderse del dolor que sentirlo. El cerebro nos dice que debemos mantenernos en nuestras creencias, pero no somos esclavos de ellas, hay que aprender de la vida y fluir con los pensamientos, sin ser víctimas de ellos. Estamos todo el tiempo evitando estar tristes, creyendo que con eso nos protegemos y de esa manera no aprendemos nunca lo que realmente ocurre. Si no nos abrimos a sentir lo que quiera que sea que estamos sintiendo , se convierte en un trastorno, sin embargo al abrirnos a cruzar esos sentimientos, aparecerán experiencias inimaginables. La vida está diseñada para aprender de ella, no para protegerse de ella, por eso es un error rechazar el instante tal cual es. ...