Pasan los años y repetimos historias, seguimos viviendo aferrados a viejas costumbres y paradigmas seguimos en nuestra zona de conford, que para nada es la felicidad y la dicha, seguimos sin escuchar el llamado de nuestra alma, la esencia suprema que nos insta a romper viejas costumbres a soltar, a vivir plenamente los designios del Amor Incondicional. Hay que aflojar las manos tensa con que nos agarramos al volante de nuestras vidas, al propio yo y dejarnos llevar, por el camino real que nos dirige a la liberación de la mente y el alma en medio de la vida que vivimos. El Ego nos deshumaniza, nos vuelve competitivos, vemos enemigos por doquier, sombras, necesitamos muletas para andar. Tememos contactar con el vacío y dolor que habitan en nuestro interior, por lo que desarrollamos personalidades divertidas, alegres, positivas, utilizando el sentido de humor como mecanismo de defensa, del mis...