Recordemos lo que sentíamos cuando teníamos poder, cuando éramos jefes, y la gente nos respaldaba y acataban nuestras órdenes , cuando hemos sido populares, admirados por todos, y comparemos este sentimiento mundano con el sentimiento de intimidad , compañerismo, sinceridad que hemos experimentado cuando disfrutábamos de la compañía de un ser amado. Tratemos de comprender la verdadera naturaleza de los sentimientos mundanos, los sentimientos de autobombo y vanagloria que no son naturales, sino que han sido generados por la sociedad, la cultura , para hacer de nosotros seres productivos y tener así el control de nuestras vidas. No hay nada que nos esclavice más que las adulaciones,el éxito , la fama , las competencias, hay que estar muy evolucionado y despierto para que esto no inunde nuestras vidas de vacíos y nos imposibilite seguir viviendo sin la imperiosa necesidad de experimentar cada día más y más situacio...