Nos pasamos la vida tratando de ganarnos a los otros, haciendo un sin fin de cosas por a agradar, sin embargo lo que logramos es perdernos a nosotros mismos. Queremos que nos amen, que no nos abandonen, pero hace ya mucho rato que nos olvidamos de nosotros de nuestra propia existencia. Somos mendigos de las personas, mendigamos amor, atención, cosas que nosotros mismos somos incapaces de darnos, entonces nos convertimos en víctimas y por su puesto que lo que atraemos son personas y situaciones que hagan cada día realidad nuestros pensamientos y sentimientos. Buscamos muletillas para darle sentido a nuestras vidas , siempre ocupados, para que así los días nos sucedan sin ninguna consciencia, siempre buscando afuera lo que es nuestro por derecho y nos ha acompañado en todo instante. Llegó la hora de echar fuera todo ese bagaje de carencias, miedos estúpidos, pasado ...