Cuando se percibe el infinito nos percatamos que Dios está en todo y en todos y que por tal motivo, regresamos a la fuente de donde provenimos por lo tanto no hay nada que temer. Todos volvemos a esa fuente, no seremos condenados , no se trata de ser lo bastante buenos o malos , no se trata de colocarnos etiquetas, sencillamente somos absolutamente amados por Dios. La vida es eterna, nunca muere, somos vida y la vida es inmortal, somos indestructibles. Cuando despertamos a la verdad nos damos cuenta del tiempo que perdemos en el drama absurdo y sin sentido, que nos impide disfrutar de una realidad de Amor. Recordemos siempre, que la vida pone en nuestro camino, las experiencias que más necesitamos para la evolución de nuestra consciencia. Vivir en el Amor es el retorno a casa, a la paz y la plenitud, y únicamente desde allí se puede ofrecer Amor pu...